2 Corintios 5 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de 2 Corintios
Capitulos:

12345678910111213

1 - Porque sabemos, que si nuestra casa terrestre en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio celestial, una casa eterna, hecha no por manos humanas.

2 - Por eso gemimos, ansiando ser revestidos de nuestra habitación celestial,*

3 - si es que habiendo sido vestidos, no somos hallados desnudos.*

4 - Porque los que estamos en esta tienda, gemimos agravados; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

5 - Pero Dios nos hizo para esto mismo, y nos dio la garantía del Espíritu.

6 - Así, vivimos siempre animados, sabiendo que mientras estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor;

7 - porque andamos por la fe, no por vista.

8 - Pero cobramos ánimo, y preferimos dejar el cuerpo, y habitar con el Señor.

9 - Por eso, ausentes o presentes, procuramos agradarle.*

10 - Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho cuando estuvo en el cuerpo, sea bueno o malo.

11 - Conociendo, pues, la reverencia que debemos al Señor, persuadimos a los hombres, pues Dios conoce lo que somos, y espero que también sea conocido por vuestras conciencias.*

12 - No nos recomendamos otra vez a vosotros, sino que os damos ocasión de gloriaros de nosotros, para que tengáis qué responder a los que se glorían de lo exterior, y no de lo que está en el corazón.

13 - Porque si hemos perdido el juicio, es para Dios; y si somos cuerdos es para vosotros.

14 - Porque el amor de Cristo nos apremia, al pensar que si uno murió por todos, luego todos han muerto.*

15 - Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió, y resucitó por ellos.*

16 - De manera que de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne. Y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.*

17 - Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. Las cosas viejas pasaron, todo es nuevo.*

18 - Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.

19 - Porque Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no atribuyendo a los hombres sus pecados. Y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

20 - Así, somos embajadores en nombre de Cristo. Como si Dios rogase por medio nuestro, os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.*

21 - Al que no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros seamos hechos justicia de Dios en él.